Trufas de Borgoña, del cultivo a la degustación

¿Cómo se producen las trufas de Borgoña?

A veces llamada trufa de otoño o trufa de Champaña, la trufa de Borgoña (Tuber Uncinatum) es codiciada por sus aromas muy sutiles. Más perfumada que la trufa de verano y más ligera que la trufa negra, es una de las favoritas de la realeza desde hace mucho tiempo. Pero, ¿qué la hace especial? ¿Dónde encontrarla? ¿Cómo debe cultivarse (en qué tipo de suelo, con qué clima, a partir de qué plantas)? ¿Cómo puede crecer mejor? ¿Cuándo debe cosecharse? Estas son algunas de las preguntas a las que responderemos en esta ficha de consejos sobre el cultivo de la trufa de Borgoña.

Características de la trufa de Borgoña

la trufa de Borgoña y su carne marrón oscuroLa trufa de Borgoña, también conocida como trufa de otoño (por su periodo de ahuecamiento), pertenece a la familia de las Tuberaceae. Este hongo comestible se denomina "hipogeo" porque crece bajo tierra. También es un hongo "micorrícico", lo que significa que la trufa vive en simbiosis con un árbol huésped, generalmente un roble pubescente, un roble pedunculado o un avellano.

El Tuber uncinatum se caracteriza por su aspecto exterior (su peridio), decididamente negro y verrugoso. Su carne es de color marrón claro, marcada por numerosas vetas finas y blancas de densidad variable. Muy apreciada por los gourmets, la trufa de Borgoña tiene un sabor más bien ligero que recuerda a las avellanas, con un característico toque ahumado. Algunos le dan también un toque de sotobosque. La trufa de Borgoña madura en otoño y se recolecta de mediados de septiembre a finales de diciembre.

Suelos y climas adecuados para el cultivo de la trufa de Borgoña (Tuber Uncinatum)

La trufa de Borgoña tiene dificultades para soportar las altas temperaturas estivales. Por eso, en comparación con la trufa negra, se desarrolla en regiones más frescas o a mayor altitud. Como sugiere su nombre vernáculo, la trufa de Borgoña se encuentra principalmente en el centro-este de Francia (Borgoña, Champaña, Lorena y Alsacia). Pero la Tuber uncinatum también se cultiva en muchos otros países europeos, como Suiza, Alemania, España, Italia, Bulgaria y Hungría.

Aunque no es muy exigente en cuanto al suelo, la trufa de Borgoña prefiere un suelo alcalino, bien drenado y con un contenido de calcio intercambiable de alrededor del 10-15%. Lo ideal es que el suelo sea fértil, arcilloso y orgánico, con una relación carbono/nitrógeno de hasta el 20 %. Tenga en cuenta que un alto contenido de arcilla puede ser un problema (máximo 40%).

 

Suelos favorables al desarrollo del Tuber uncinatum

La trufa de Borgoña requiere un suelo arcillo-calcáreo (hasta un 40% de arcilla y un 10-15% de caliza) con un pH ligeramente alcalino (pH óptimo entre 7 y 8). El contenido en materia orgánica puede ser elevado (hasta el 20%), al igual que la relación C/N, que también puede alcanzar el 20%. Los suelos favorables suelen ser poco profundos, de 10 a 30 cm, granulares, formados por roca compacta pero permeable y ligeramente fisurada.

Le recordamos que cada especie de trufa tiene sus necesidades específicas, por lo que le aconsejamos que realice un análisis del suelo para comprobar si su terreno es apto para la truficultura y determinar la especie de trufa más adecuada. Podemos encargar este análisis a nuestro colaborador, el laboratorio Teyssier, especializado en el análisis de suelos para la truficultura.

Clima preferido de la trufa de Borgoña

La trufa de Borgoña crece en terrenos con pendientes suaves o en mesetas a una altitud de entre 100 y 1.300 metros, orientada al norte, noreste o este (y sí, la Tuber uncinatum prefiere la sombra, a diferencia de la Tuber melanosporum...). Las truferas Tuber uncinatum soportan una gran variedad de climas, desde el oceánico hasta el continental. De hecho, a diferencia de la trufa negra, la trufa de Borgoña está aclimatada a las heladas, sin poder soportar largos periodos de frío extremo: cuando se producen las primeras heladas de otoño, su crecimiento ya está completo, por lo que es capaz de soportar temperaturas bajo cero "moderadas".

Riego y necesidades hídricas de las trufas de Borgoña

Tres factores clave determinan el crecimiento y el mantenimiento de las trufas de Borgoña:
• Una pluviometría relativamente elevada y bien distribuida durante los meses de verano, ya que la productividad de la trufa suele estar positivamente correlacionada con la cantidad de agua recibida durante el verano.
• Un mínimo de 50-60 mm al mes en mayo, junio, julio, agosto y septiembre para garantizar una buena formación de trufas.
• Ningún déficit hídrico (períodos de sequía) superior a 20 días.

Micorrización de las plantas forestales por la trufa de Borgoña

Naturalmente, muchas especies forestales pueden vivir en simbiosis con la trufa de Borgoña. Las más conocidas son el roble y el avellano, pero la Tuber Uncinatum también crece armoniosamente bajo el carpe, el cedro, el pino o el haya. Además, cada una de estas especies responde favorablemente a la micorrización controlada, por lo que ahora puede cultivar trufas de Borgoña a partir de plantas micorrizadas de forma controlada.

Aunque las dos especies huésped más utilizadas para el cultivo de trufas de Borgoña son el roble trufado y el avellano trufado, Viveros Robin ofrece una gama mucho más amplia de especies huésped. Esta amplia elección de PLANTAS DE TRUFA ROBIN nos permite adaptarnos a las distintas limitaciones y condiciones encontradas sobre el terreno (clima, exposición, altitud, higrometría, etc.).

A continuación, encontrará todas las especies huésped propuestas por Viveros ROBIN tras la micorrización con la trufa de Borgoña:

  
Gracias a su alto nivel de rendimiento, estas plantas le permiten producir sus propias trufas de Borgoña. Tenga en cuenta que, en función de la edad de la planta y del terreno elegido para la plantación, deberá esperar entre 6 y 7 años para cosechar sus primeras trufas de Borgoña.

Las PLANTAS ROBIN TRUFA micorrizadas con trufa de Borgoña están disponibles en cubos ROBIN ANTI-CHIGNON® de 4 tamaños diferentes: de 0,43 a 3 litros. Se trata de plantas de alta calidad producidas en nuestro vivero mediante técnicas desarrolladas en el marco de nuestro sistema de calidad y bajo licencia del INRAE (Institut National de Recherche pour l'Agriculture, l'Alimentation et l'Environnement).

¿No sabe qué planta elegir? ¿No sabe qué especie huésped se adapta mejor a su proyecto de truficultura? Para crear su propio huerto trufero de Borgoña, no dude en ponerse en contacto con el responsable comercial de su zona, que podrá aconsejarle y guiarle paso a paso.

10 preguntas y respuestas sobre el cultivo de la trufa de Borgoña

La trufa de Borgoña encuentra su felicidad bajo un roble, un avellano o un pino. Hayas, cedros, carpes y tilos también pueden ocultar este raro hongo.

El este de Francia es la cuenca preferida para Tuber uncinatum. Por tanto, se encuentra principalmente en Borgoña, Lorena y Champaña-Ardenas. Cabe destacar que la trufa de Borgoña también se cultiva fuera de nuestras fronteras, en España pero también en Italia, Suiza, Alemania y en los países del Este.

El ciclo biológico del tuber uncinatum es el siguiente: nacimiento de la trufa a principios de año (enero/febrero), desarrollo gracias a las distintas lluvias primaverales, crecimiento hasta finales del verano, maduración a lo largo del otoño, alcanzando su plena madurez a finales del año. finales de otoño. Cosecha desde mediados de septiembre hasta finales de diciembre.

Si los robles y los avellanos son excelentes candidatos para el cultivo de trufas de Borgoña, también es posible producirlas a partir de carpes, cedros, tilos, pinos o incluso hayas; siempre, sin embargo, que estas plantas estén previamente micorrizadas con tuber uninatum.

En función de la especie huésped de la planta elegida (roble, avellano, cedro, pino, etc.) y de su edad, el precio de una planta de trufa micorrizada con trufa de Borgoña varía entre 16 y 31 euros aproximadamente por unidad. Tenga en cuenta que estos precios disminuyen según la cantidad de plantas solicitadas.

Un árbol trufero empieza a producir alrededor de los 6 o 7 años dependiendo de la especie huésped y de la calidad del mantenimiento que se dé a la plantación (trabajo del suelo, podas, riegos, etc.). La producción puede entonces variar de 20 a 80 kilos por hectárea, alrededor del decimotercer año en el caso del tuber uncinatum.

El cultivo de trufas requiere paciencia. Para Tuber uncinatum, el momento de la primera cosecha de plantas de trufa ROBIN es a partir del sexto o séptimo año.

La trufa de Borgoña está especialmente preocupada por:
• la falta de agua durante los meses de verano (de junio a septiembre). No tolera la sequía más allá de los 20 días.
• Sol excesivo y prolongado (Tuber uncinatum prefiere la sombra).

Las trufas de Borgoña se venden generalmente entre 300 y 600 euros el kilo (un poco menos al principio de la temporada, un poco más para los ejemplares más bellos que han alcanzado su plena madurez). Este precio, aunque caro, sigue siendo inferior al de las trufas negras del Périgord, que pueden ascender a 800 o 1.000 euros el kilo.

Las plantas de trufa se pueden encontrar y comprar en viveros especializados como ROBIN Pépinières. Si vives cerca de nuestros puntos de venta (departamento de 04 y 05), no dudes en visitarnos, te beneficiarás de valiosos consejos antes de comenzar. En caso contrario, puedes comprar tus plantas de trufa Tuber uncinatum directamente online, a través de esta web. ¡Serán entregados en tu domicilio!